SAN LUIS (ARGENTINA) COBARDE FUSILAMIENTO POLICIAL DE UN PUMA
por Carlos Estrada *
MUERTE DEL PUMA (felis concolor), especie en retroceso numérico que está protegida por convenios internacionales que Argentina ha adherido y permanentemente vulnera. El ejemplar matado por la policía de San Luis el 24 de abril pasado no representaba peligro, sólo se encontraba asustado en lo alto de un árbol por perros que lo habrían corrido y el múltiple acoso de ineptos. Para atraparlo se necesitaba dignidad humana en principio y conocimientos científicos, no integrar un cobarde pelotón de fusilamiento.
Una bala policial debe ser justiciera, servir a la Ley , no quebrantarla. Falta capacitación policial y deberían emplear autoridades de Recursos Naturales con idoneidad profesional para ocupar cargos públicos. La justicia seguramente "aprobará” este delito y abuso de autoridad, de manera que estará garantizada la impunidad; una vergüenza para un gobierno provincial que buscaría manejar los destinos de Argentina en las próximas elecciones. Quiera Dios aplicar recta justicia contra los que cometieron el crimen y contra los que han amparado desde escritorios de poder este innecesario atentado contra la Naturaleza.
En el año 2006 habría ocurrido un hecho similar con un puma manso en zona cercana. Las redes sociales están saturadas de críticas e insultos justificados hacia las autoridades policiales y de la Dirección de Fauna, por negligencias, abusos y delitos que cometen oficialmente contra especies salvajes que a veces llegan hasta donde habita el hombre por la destrucción de los espacios naturales (bosques, selvas, etc.), a raíz del desmonte incesante por negociados políticos, sin preservarse esos pulmones de la humanidad.
CARLOS ESTRADA * periodista de investigación, entendido en comportamiento animal, experto en rescates y manejo de fauna salvaje –récords mundiales nunca igualados de incautaciones de reiterados millares de especies de la caza furtiva y actos de contrabando-, con documentada trayectoria pública desde 1970, decenas de certificaciones oficiales y científicas y máximos reconocimientos internacionales que figuran en versiones taquigráficas legislativas, libros europeos, revistas de ecología y jurídicas, y en varios centenares de publicaciones en todas partes.
Buenos Aires, Argentina, 27 de abril de 2011.
Nota: así fue enviado al señor Gobernador y otras autoridades oficiales y difundido, aclarando necesariamente al pie mi idoneidad en el tema.
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