miércoles, 23 de diciembre de 2009

"ABOGADO DE ANIMALES" :DANIEL DORADO

Testimonios
"Durante 5 años compartí mi vida y techo con el que era mi pareja en ese momento. En este periodo adoptamos a 3 preciosos gatos. La relación entre nosotros se deterioró y decidimos poner fin a la situación. Ello significaba separarnos y comenzar una nueva vida cada uno por su lado. Pero además de los bienes materiales (cuestión de insignificante importancia realmente), nos encontramos con un problema mucho más serio: los gatos. Aunque en todos y cada uno de ellos era yo la persona que constaba como ‘dueña’ oficial, acordamos que por limitación de espacio en mi nuevo hogar temporal, sería él quien se encargase de ellos un par de meses hasta que solucionase el problema. A la semana siguiente de este acuerdo verbal recibo una llamada en la que mi ex pareja me hace saber que ha decidido unilateralmente que no me dejaría volver a ver a los gatos y me animaba a denunciarlo a las autoridades porque estaba seguro de que nadie tendría en cuenta mi caso.

Tras consultar con un abogado, veo que para la Ley no existe diferencia entre un bien y un animal que está a tu cargo, y que las posibilidades de recuperarlos eran mínimas pese a constar como ‘dueña’ de los tres. Parece ser que la Ley no considera de importancia este tipo de casos a pesar de ser equiparable con una disputa de custodia tras una separación o divorcio. Trataría a los gatos como bienes y les dejarían en un lugar neutral hasta que se solucionase el conflicto, dícese jaulas. Tampoco se tenía en cuenta el agravante de tentativa de secuestro ni amenazas porque los bienes no se pueden secuestrar, así que tenía la batalla perdida. La única vía era conseguir llegar a un acuerdo con él. Teniendo en cuenta que tenía a los gatos en un lugar de su entorno al que yo no tenía acceso ninguno y que les podría incluso hacer daño físico sin poder evitarlo, las posibilidades de un acuerdo eran también escasas. Y así sucedió: no hubo acuerdo.

Tras años de peleas y amenazas con abandonarlos y sin tener respaldo legal en absoluto, un día me llama para comunicarme que tiene que salir de la ciudad durante un tiempo y que no puede viajar con los gatos. Uno de los tres gatos se quedaría con un amigo suyo, pero no tenía dónde dejar a las otras dos. Acepto a quedarme con ellas. Al cabo del tiempo me avisa de que volvería a la ciudad. Es entonces cuando le hago saber mi intención de que las gatas se queden bajo mi custodia. Tras una acalorada discusión por esta inesperada noticia, recoge al tercer gato (todavía al cuidado de su amigo) y se lo lleva fuera de la ciudad con paradero desconocido. Mis posibilidades de recuperarlo eran nulas.

Por circunstancias ajenas a este conflicto, conozco a Daniel, al que cuento mi caso con esperanza de conseguir ayuda legal. En primer lugar Daniel no sólo no consideró a mi gato como un bien, sino que investigó vías alternativas para reclamar de manera judicial la custodia del mismo. Se podría trabajar, por un lado, para la recuperación de la custodia y por otro, como denuncia para que la Ley tuviera en consideración a los animales como seres vivos con derechos y no como objetos, como si de una mesa o una silla se tratase.

Tras ponernos de acuerdo sobre la estrategia a seguir, mi ex pareja se pone en contacto conmigo para hacerme saber que cumplió su amenaza y abandonó a mi gato en una finca. Daniel inmediatamente se pone en contacto con él para explicarle la situación, nuestras intenciones y exigencias y a qué derechos y leyes nos acogíamos para presentar una demanda judicial si no llegábamos a un acuerdo satisfactorio. Afortunadamente y gracias a la ayuda de Daniel conseguimos llegar a una solución altamente satisfactoria: mi gato volvería conmigo sin condición alguna por su parte. Y así fue. A día de hoy vivimos los 4 muy felices y sigo infinitamente agradecida a Daniel su implicación en mi caso. Sin su ayuda estos preciosos gatos seguirían en paradero desconocido y seguiría teniendo la misma contestación de cualquier abogado a quien consultase mi caso: los animales son bienes de cara a la Ley; no puedes hacer nada. Este es un vacío legal al que hay que poner fin gracias a la ayuda de abogados de animales."

No hay comentarios:

Publicar un comentario